El Empíreo: No confundir: tradición con involución

No confundir: tradición con involución

Por: María Carolina Perales



Octubre de 2014, mes en el que comenzó el periodo académico de la Universidad Monteávila 2014-2015. Comenzábamos tercer año, recién llegando de las vacaciones y con muchas expectativas sobre las materias que veríamos, los nuevos profesores, los nuevos compañeros que nos tocarían…. Comenzaba el año del medio, ¨ya sólo quedan dos más y nos vamos!¨ se escuchaba gente diciendo en los pasillos.

Debo confesar que al inicio de mi tercer año no me encontraba muy motivada, luego de las protestas de febrero y el empeoramiento progresivo de la situación del país no dejaba de pensar en mi futuro. Mi carrera es comunicación social en un país donde no hay libertad de expresión, vivo en una ciudad donde hay mas muertes por fin de semana que en un mes entero en cualquier otro país del mundo, las colas en los supermercados cada vez se hacen más largas y la falta de alimentos cada vez se agrava más.

A pesar de mis bajas expectativas tuve la oportunidad de ver una materia llamada Fundamentos del Mundo Moderno. Al principio no tenía la más mínima idea sobre qué se podría tratar y para qué podría servirme en el futuro. Sin embargo, la materia resultó impresionándome y a la vez, fascinándome. Aprendí palabras que no sabía que existían como: omnímodo, neo converso, perfidia, orate, cadalso, acervo, liturgia, entre otras. Aprendí lo que significa el revisionismo histórico, que es una técnica que utilizan los comunistas para reescribir la historia, inventando. Aprendí que el legado de la humanidad es la separación de la Iglesia y el Estado y que el Estado está conformado por territorio, población y religión. Aprendí detalles sobre la edad media, la edad moderna y la edad contemporánea de los cuales no sabía nada, por ejemplo: el discurso de las luces fue el que dio paso a la gentileza que estaba asociado a las clases sociales y las productoras de los gentiles eran las universidades. Durante la edad media había una monarquía que en el período moderno se hace absoluta debido a que dejo de ser dependiente (señores feudales). La escolástica era la doctrina que permitía vincular la razón y la fe, para que de esta manera se comprendiera la fe y ésta dejara de ser abstracta. La limitación al rey comienza durante la edad media y no durante la edad moderna como muchos piensan, a pesar de haber sido un intento intelectual y teórico dio paso a que más adelante se crearan constituciones como la de Juan Sin Tierra en Inglaterra y que se creara el Parlamento (división de poderes). La edad moderna culmina con la revolución francesa y esta vigente hasta hoy, la característica principal de ésta transición es que los ¨súbditos¨ o ¨esclavos¨ pasan a ser ciudadanos, hombres libres. Aparecen además, los derechos humanos y junto a ellos se limita el poder del Estado y el capitalismo llega para quedarse.

De los libros que leímos hubo algunos que me gustaron más que otros. Mensaje sin Destino de Mario Briceño-Iragorry fue sin duda mi favorito, ya que leyéndolo veía reflejado mi país en un libro que fue escrito muchos años atrás, y me hizo reflexionar mucho sobre la crisis por la que Venezuela ha pasado a través de los años y que no termina de erradicarse. Según el autor, Venezuela es un pueblo anti histórico, existe un predominio del hombre/nombre sobre las ideas, hay carencia de continuidad y densidad espiritual; el venezolano tiende a olvidarse de la historia, de su propio pasado, y lo que es más grave, muchos ni siquiera lo conocen. Una de las cosas que se repiten es que Venezuela inicia con el periodo republicano, sin embargo no es así, no se puede ignorar lo anterior y las transiciones ya que la historia es continua y siempre se repite. El pensamiento Alemán, fue una lectura que también causó un impacto en mi, lo que Hung escribió que ocurrió en Alemania luego de la guerra es justamente lo que esta sucediendo en Venezuela hoy en día, solo que nosotros no hemos pasado por ninguna guerra recientemente.

La Cabeza de Goliat de Martínez Estrada nos habló un poco sobre la superficialidad, ¿cuántas cosas ignoramos por el simple análisis superficial?, para el autos la vida tiene que estar vinculada a la plasticidad y a lo poético, a lo interno y no a lo externo. El título de la lectura hace referencia a la ciudad de Buenos Aires, donde para él, la cabeza es gigante y el cuerpo es raquítico, es una sociedad hidrosefálica. En el análisis superficial sólo te fijas en los detalles de infraestructura y no en lo que va más allá.

Leímos también Utopía, donde Tomás Moro escribe sobre un país inventado y utópico en el que no existe nada privado, todo es común y nadie teme carecer de nada. Mientras lo leía me percataba de detalles que a pesar de que hacían felices a sus habitantes, me parecían totalmente absurdos. Por ejemplo: los trajes son uniformes en toda la isla, se diferencian según el sexo y condición civil; nadie puede estar ocioso ni fatigarse por un trabajo excesivo, las horas de ocio deben ser ocupadas por otras aficiones; cada familia debe tener entre diez y dieciséis chicos jóvenes solteros, si una familia tiene exceso de hijos, se transfiere a otra con escasez; las mujeres se encargan de cocinar únicamente. Se trata de un país en donde todo es controlado a pesar de que los habitantes no se den cuenta de ello, la libertad es muy superficial ya que ellos mismos se limitan. Lo curioso es que el autor de Utopía era un hombre sumamente religioso y por no aprobar lo que el Rey Enrique quería (separarse de su primera esposa), éste lo manda a matar, convirtiéndose Moro en un mártir.

El Acta de Independencia fue uno de los primeros documentos que leímos, soy venezolana y nunca me había fijado en ese acta escrita por Juan Germán Roscio en donde éste recoge los primeros pasos de la abdicación al discurso de las ideas típicamente medievales para dar paso a las ideas típicamente modernas; es un documento post-evolucionario de suma importancia para todo venezolano. Por otro lado, estudiamos la primera encíclica social de la Iglesia Católica, la Encíclica Rerum Novarum (de las cosas nuevas), escrita por el Papa León XIII en 1891 y trataba sobre la situación de los obreros. Allí, el Papa discutía sobre las relaciones entre el gobierno, las empresas, los trabajadores y la Iglesia, proponiendo una organización socio-económica que más tarde se llamaría corporativismo.

Las últimas tres obras, El Presidente, La Tiranía y El Contrato Social de Rousseau, me parecieron de mucha utilidad para la situación actual de Venezuela, en donde no hay contrato social, en donde en la práctica no hay división de poderes públicos y donde la tiranía es el pan de cada día. Por último, no puedo dejar de comentar sobre la conferencia realizada por el profesor de la materia Ramón Castro en la Universidad Marítima, en la cual habló sobre las embarcaciones que llegaron a Venezuela de otros países así como otros venezolanos que fueron atacados por países como Alemania. De esta manera Venezuela se vio indirectamente involucrada en guerras en las cuales se pensaba que había sido neutral y no había participado.


Hoy estamos en junio de 2015, culminando tercer año y me siento completamente diferente a como me sentía al inicio. Durante este año he comprendido que un país lo hacemos los ciudadanos, que el interés es el que mueve al hombre a realizar proyectos, y justamente eso es lo que esta sucediendo en Venezuela; las personas están comenzando a tomar conciencia de que si no trabajamos por el país lo vamos a terminar perdiendo. Muchas personas se sienten más españolas por tener un pasaporte español en mano que venezolanas a pesar de haber nacido aquí. Muchas personas viajan y critican lo que es de ellos, en vez de buscar el lado bueno de las cosas y darse cuenta que Venezuela tiene muchísimas cosas buenas para ofrecer. Lo primero, por lo que debemos comenzar todos es por conocer nuestro país, leer, indagar en el pasado, en la historia de nuestros antepasados por los que estamos hoy en día aquí y a los que les debemos una patria libre y prometedora.

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