El Empíreo: Vergüenza para los que se opongan

Vergüenza para los que se opongan

Por Jackeline Da Rocha


En sesión extraordinaria de la Asamblea Nacional, la mayoría oficialista aprobó la Ley Habilitante Antiimperialista para la Paz que confiere poderes especiales al presidente Nicolás Maduro para legislar en materia de defensa y soberanía a través de decretos con rango, valor y fuerza de ley para defender la soberanía de acciones injerencistas hasta el último día del 2015 (después que Estados Unidos que declarase a Venezuela como amenaza a su seguridad).



La primera ley aprobada al Presidente fue el 9 de octubre de 2013 y tenía como objetivo luchar contra la corrupción y la llamada guerra económica.

Entre los poderes destacan: La garantía de la soberanía, la protección del pueblo y el Estado frente a actuaciones de naciones extranjeras dirigidas a afectar el sistema económico, comercial, la defensa de la Constitución y el fortalecimiento de alianzas estratégicas de Venezuela con países de América Latina y el Caribe; además da potestad para dictar normas a fin de fortalecer el sistema de responsabilidades civiles, administrativas y penales.

Con esta segunda habilitante, el Presidente podrá normar directrices para fortalecer sistema de responsabilidades civiles, administrativas y penales a las que hubiera lugar

El diputado Leomagno Flores advirtió que “esta ley faculta al Presidente para modificar o derogar leyes fundamentales de Venezuela.. el Presidente podría inhabilitar partidos", también consideró que “podríamos calificarla como biopolítica porque interviene en la vida de las personas”.

El presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, informó que con esta Ley Habilitante propondrán a Maduro una normativa para repatriar capitales. “Vamos a ver de dónde sacan tanta plata para la viajadera... y el funcionario del Gobierno que tenga dinero en EEUU que nos digan pues, para repatriarlo”.

Consideremos momentáneamente la necesidad de una ley que parta de la urgencia de medidas radicales contra algún tipo de crisis. Se le otorgan al Ejecutivo todo tipo de, ejem, injerencias en campos en los que se supone ya hay funcionarios eficientes (o al menos más pertinentes a sus funciones). ¿Significa entonces la habilitante una toma de poder de uno por sobre todos sus delegados? ¿No convendría al menos una rotación de aquellos que lideran cada campo en que realmente haya menguado la eficiencia? ¿Quiere decir que el Presidente es o se considera el único en capacidad de enfrentar la crisis declarada por él mismo? ¿O sólo que pretende acelerar el proceso y quitarse todos los obstáculos que atrasan su mayor acto altruista, porque obviamente persigue el bien común?

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