El Empíreo: DE VENEZUELA NO QUEDA NADA

DE VENEZUELA NO QUEDA NADA

Por: María Gabriela Rodríguez Ivanac

La República Bolivariana de Venezuela es según Wikipedia: "un país de América situado en la parte septentrional de América del Sur, constituido por una parte continental y por un gran número de islas pequeñas e islotes en el mar Caribe, cuya capital y mayor aglomeración urbana es la ciudad de Caracas. Tiene una extensión territorial de 916 445 km²". 

Eso es lo que probablemente, hoy saben todos los venezolanos y no mucho más. Venezuela actualmente y desde hace algunas décadas sufre una fuerte crisis de identidad. Los venezolanos decimos ser venezolanos sin conocer ni la cuarta parte del país que habitamos. Llamamos hogar a un territorio desconocido para la mayoría, y nos jactamos de recitar lo bello que es sin si quiera haberlo comprobado. No queda la menor duda de que Venezuela es un país maravilloso que combina una diversidad de paisajes llenos de contrastes, playas de aguas cristalinas con arenas blancas y con escenarios únicos de arrecifes coralinos, selvas inexploradas, reservas ecológicas ricas en fauna y flora, nieve en la cordillera andina, desiertos, extensas planicies interrumpidas por formaciones montañosas milenarias de más de 2.400 metros de altura, hasta pueblos coloniales, como Coro que es Patrimonio de la Humanidad. Pero como si no fuera suficiente, Venezuela, cuenta con más que naturaleza, cuenta con historia.

Tratar de resumir la historia de cada uno de los lugares de Venezuela sería una completa aberración para un solo escrito, por eso dirijo mi lupa al estado Carabobo, a las inmediaciones de la ciudad de Puerto Cabello, específicamente a Isla Larga, dentro del Parque Nacional San Esteban. 

Isla Larga, según la enciclopedia virtual Wikipedia, tiene una superficie estimada de 54 hectáreas. Es la única isla del parque que permite el acceso libre a turistas, ya que está bajo un régimen de administración especial de la Superintendencia del Parque Nacional San Esteban. Al sur de Isla Larga se pueden admirar playas de arena blanca con aguas tranquilas y cristalinas, arrecifes y manglares. La costa norte en cambio es rocosa, con olas que golpean constantemente las rocas en forma violenta.

La riqueza coralina de Isla Larga se debe, según un reportaje realizado por la revista Estampas, en gran medida a los arrecifes artificiales que formaron dos barcos alemanes hundidos a finales de la Segunda Guerra Mundial: Sesostris y Jacko. Según cuentan los pobladores, en 1939 estas y otras embarcaciones de origen italiano y alemán se encontraban en las costas venezolanas tratando de huir de barcos ingleses y franceses que estaban apostados en el Caribe y tenían órdenes de hundir cualquier embarcación pro nazi. Dicen que los tripulantes, al verse acorralados, decidieron prenderle fuego a uno de los barcos y escapar hacia costas venezolanas. El otro carguero sí fue hundido en maniobras militares y sus ocupantes detenidos. Estos barcos hundidos se denominan "pecios", y se han convertido con el tiempo en arrecifes artificiales que albergan una variada fauna subacuática y en el atractivo turístico de esta isla. 

Venezuela no es solamente bella por sus paisajes hermosos, sino también por toda la historia que hay detrás de ellos, de su población y de su cultura. Hoy según el gobierno de turno, este territorio ubicado en América Latina se denomina República Bolivariana de Venezuela. Pero tristemente, no somos república, mucho menos bolivariana, y por la crisis de identidad de pueblo y el desconocimiento de nuestra historia y de nuestra propia tierra, no somos Venezuela. Al final, solo queda un territorio en Latinoamérica poblado por un grupo de personas, lo que significa, que al final, de Venezuela, no queda nada.

Fotos: http://es.wikipedia.org/wiki/Isla_Larga_%28Carabobo%29

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