El Empíreo: "Una sola alma y un solo corazón"

"Una sola alma y un solo corazón"



Por: Cristina Brunetti


Foto Cortesía: corazones.org 


En el texto que escribiré a continuación me gustaría darle un pequeño abreboca a mis lectores sobre la vida de San Agustín, ya que para cualquier agustino es un orgullo decir que fue formado bajo los pensamientos de uno de los más grandes genios de la humanidad.

Aurelio Agustín de Hipona, conocido como San Agustín, nació en Tagaste, África, el 13 de noviembre de 354. Fue hijo de Patricio y Santa Mónica, mujer cristiana y ejemplo para la Iglesia Católica. 

Durante su juventud, San Agustín perteneció a una religión universalista conocida como el maniqueísmo. Pero, en el año 385, tras asistir a las celebraciones litúrgicas del obispo Ambrosio en Milán, decidió separarse de ésta. En el 386 se dedicó al estudio formal y metódico de las ideas del cristianismo. Sin embargo, su total conversión a dicha religión, ocurre cuando se bautiza el 24 de abril de 387, fecha que hoy en día es celebrada a nivel mundial por los agustinos. 

San Agustín se destacó en el estudio de las letras, pues tenía un profundo interés hacia la literatura. Asimismo, dedicó gran parte de su vida a escribir sobre teología y filosofía, siendo “Confesiones” y “Ciudad de Dios” sus obras más destacadas.

San Agustín murió en Hipona el 28 de agosto de 430. Su cuerpo fue trasladado a Cerdeña en una fecha que hasta hoy día se desconoce. Aproximadamente, en el 725 fue llevado a la basílica de San Pietro in Ciel d'Oro en Pavía, donde reposa actualmente.

En el año 1244, durante el pontificado de Inocencio IV, se establece La Orden de San Agustín (OSA) con el fin de unificar comunidades eremitas que surgieron bajo la experiencia como monje del mencionado santo. Actualmente, ésta cuenta con más de 2000 religiosos y más de 2000 sacerdotes distribuidos en 50 países. Asimismo, la orden se encuentra asociada a la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

"Anima una et coro unum in Deum" que en castellano quiere decir “Una sola alma y un solo corazón” es la frase que distingue a aquellas personas que, a pesar de no pertenecer a la orden religiosa, han sido formadas bajo la influencia y regla de vida de San Agustín. Por ello, los agustinos donde quiera que estén se reconocen y abrazan como familia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Copyright © El Empíreo Urang-kurai