El Empíreo: Destruir es fácil, construir requiere años

Destruir es fácil, construir requiere años






El complot contra la ciencia en nuestro país parece venirse gestando desde la década antepasada, con un modelo tomado de Cuba para “borrar la legitimidad intelectual de los subyugados” (cosa que se hacía con los científicos e intelectuales en la URSS). El artículo de El Nacional que trata de esto relata particularmente la eliminación del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas, IVIC.
En Venezuela se dio inicio a este proceso cuando Patrick Tierney, periodista norteamericano, asociado con partidos de izquierda y con los contactos correctos, comienza a sembrar en el país la semilla de una corriente de pensamiento que contradice a conocidos científicos e instituciones del momento, además de desprestigiarlos y difamarlos con falsa publicidad y sin evidencia alguna, por ejemplo.
Algunas de las acusaciones, publicadas en libros y artículos, afirman que científicos y agrupaciones venezolanas llevaron a cabo experimentos racistas, poco éticos, sin consideraciones morales, etc., poniendo en riesgo miles de vidas, incluso acabando con ellas. Las investigaciones llevadas a cabo por los correspondientes institutos desmienten aquellas acusaciones, incluso defienden las posiciones de aquellos atacados, mientras que los desmentidos se hacen de oídos sordos.
Gran parte de la ciencia hecha en Venezuela se estaba dando en estos años cuando comenzaron los ataques y las diferencias de opinión. De esta manera, lo que ocurría se llegó a conocer a nivel global.
Hay un historial largo de ataques de movimientos de izquierda contra la ciencia en general, no es nada nuevo; lo que es nuevo es la máscara que le ponen: de ciencia para el bien del pueblo, ciencia para la soberanía, en busca de justificar la toma del control y el desmantelamiento de tales institutos, llevando todo el asunto a un nivel personal. Algunos incluso afirman la llegada de una “nueva inquisición” que busca “actualizar y adaptar” las disciplinas académicas a su conveniencia, dejando de lado la observación objetiva y poniendo en su lugar la superstición.
Jacinto Convit dijo al respecto que “destruir es fácil, construir requiere años”, como víctima del ataque a su obra y la de sus compañeros.

Por Andrea Yrausquin



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