El Empíreo: Primero Venezuela

Primero Venezuela

Por: María Carolina Perales

Tomando la frase ¨Do not take sides with anyone against family again, ever¨(ni se te ocurra tomar partido por nadie en contra de la familia de nuevo, jamás), dicha por Michael Corleone en la película El Padrino, quiero hablar un poco (o desahogarme más bien) sobre lo que siento respecto a mi país, Venezuela, en este momento.

Sabemos que la superestructura de la sociedad venezolana proviene de Europa, sus bases y sus orígenes son una especie de mezcla entre europeos e indígenas. Por dicha razón, en Venezuela hay muchas personas que aunque nacieron aquí, tienen sangre española, portuguesa, italiana, alemana, entre otras que corren por sus venas y se jactan de decirlo y sentirse mas orgullosas de aquella otra nacionalidad que de la propia.

El nacionalismo es una ideología que surgió a partir de la revolución francesa. En América se dio junto con el deseo de la independencia. Para la vida cultural, política y social de cualquier comunidad, el nacionalismo es fundamental, ya que debe poseer el sentimiento de pertenencia a la nación propia para así quererla y AMARLA.

Cuando el 5 de julio de 1811 se firmó el acta de independencia que nos hizo libres, Venezuela pasó a tener poder propio y a ejercer sus derechos. Lo cierto es que una vez independizada, Venezuela tuvo que pasar por procesos de crecimiento y maduración que no han sido del todo enriquecedores. A Venezuela le ha tocado duro: a pesar de poseer fuentes casi inagotables de petróleo no logra equilibrarse. Pero es que el problema principal actual de mi país no es la economía ni un gobierno mediocre, es la falta de AMOR por parte de los ciudadanos hacia la patria. Y, ¿Por qué me atrevo a decir esto tan segura? Pues, por que lo vivo constantemente, veo cómo los venezolanos desprestigian a Venezuela cada vez que pueden, veo cómo se quejan de la inseguridad, de la escasez, de la suciedad, pero esos que se quejan son los primeros que sobornan, compran compulsivamente y tiran los papeles por la ventana del carro. El problema es que esas mismas personas son las que salen del país, SU país, a otro y jamás se les pasaría por la mente hacer ninguna de aquellas cosas, incluso reciclan y sacan ellos mismos la basura.

Entonces, ¿Qué está pasándole a Venezuela?, ¿por qué salimos y criticamos a la patria que nos vio nacer?, ¿por qué preferimos decir que somos españoles, italianos, franceses o portugueses, en vez de sentirnos orgullosos de nuestra bandera tricolor?, ¿por qué cuando hay un Mundial, una Champions o alguna copa europea de futbol preferimos verla antes que ver un Caracas-Táchira?, sinceramente no me lo explico, no entiendo cómo se pueden poner los intereses por encima de lo que es de uno, cómo la gente en vez de ayudar a mejorar su país lo empeora y lo reduce como si ser Venezolano fuera algo terrible. Veo como cada vez más personas se van y prefieren vivir lejos, junto a seres fríos que no comparten ni siquiera su mismo idioma con tal de no enfrentar la realidad y ayudar a mejorarla.

Yo como venezolana, quiero que mis hijos disfruten de las bellezas de las que yo he podido disfrutar dentro de mi país, quiero que se sientan identificados con el Himno Nacional, con el escudo y con la bandera; que coman pabellón y desayunen arepa todas las mañanas, quiero que los ciudadanos pongan primero a Venezuela antes que a otros países, que conozcan sus paisajes y bellezas para que asi puedan hablar de lo positivo en vez de lo negativo; quiero una Venezuela mejor, pero para conseguirla todos tenemos que poner un granito de arena, sin importar del tamaño que sea es un acto de amor, y Venezuela lo que necesita es eso: amor.

Foto: Prensa Iaim

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