El Empíreo: Amor a la Matria

Amor a la Matria

Por: Samantha Henriquez


El amor como la patria, no son tangibles a una persona.
El amor como la patria, no la podemos ver, oír, tocar, oler, pero sí la podemos sentir, sentir con el corazón y la razón.
El amor como la patria, no es para todos, el mismo sentimiento.
Pero sí algo es cierto es que el amor como la patria, se producen en libertad

Si buscáramos una definición de patria, muy general y objetiva, se entendería como el sentido de pertenencia y el acogimiento de costumbres y leyes de un país, normalmente, su país de nacimiento. Sin embargo esto de la patria va más allá, la palabra en sí tiene una connotación masculina, no obstante muchas veces generamos ese amor a nuestra nación como el amor a una madre, la madre que nos crió, que nos vio crecer, la madre que nos enseñó ciertas normas y las tradiciones del hogar. En nuestro caso, esta madre es Venezuela y es la Matria querida de todos los venezolanos.

Un buen venezolano que ama su país lo debería respetar y defender, esos dos puntos forman parte del patriotismo. Aquel que no defienda su libertad, aquel que no exija un respeto hacia su nación, aquel que permite que personas con un poder mayor dejen que cambien las verdades de un país para su propio beneficio, es aquel individuo que no ama a su matria.

Para amar a Venezuela tiene que haber una unión social, todos con un mismo objetivo, amar y proteger a ese país que le da un techo. Se debe defender los símbolos patrios, los valores fundamentales, las costumbres y la propia historia del país. Aquel individuo que no cumpla con lo anterior, no ama a su matria.

Un mejor ejemplo de amar a Venezuela, es tener aquella sensación que no se tiene con más nada cuando se escucha esa canción que dice así:

“Llevo tu luz y tu aroma en mi piel, y el cuatro en el corazón. Llevo en mi sangre la espuma del mar y tu horizonte en mis ojos (…)”

Amar a Venezuela es respetar su bandera, su himno y su escudo nacional.

Amar a Venezuela es cuidar sus grandes sabanas, sus selvas, playas, montañas y sus ríos. Es estar orgullosos de nuestra enorme variedad de riquezas naturales.

Todo venezolano ama, llora, canta y sueña con claveles de pasión.

Sin embargo, mucho más allá de las miles razones por las que podemos amar a Venezuela, están algunas otras que han hecho a algunos dejarla, dejar al país que les dio abrigo. Y esto va más allá de lo que Venezuela nos pueda ofrecer como nación. Es consecuencia de la estancia en el manejo de poder de personas no aptas para su cargo, son ellos quienes han llevado a aquellas personas cálidas y consideradas unos por otros, a ser personas indiferentes (No hago referencia a todos los ciudadanos, pero sí al menos a la mitad de la población). Hemos llegado a un punto de conformismo al que no se tenía que llegar, nos hemos dejado mentir por varios años, han cambiado la realidad a su conveniencia y se ha generado una turbulenta situación entre dos partes de la sociedad.

La verdad es que como venezolanos no podemos dejar que sigan pisando nuestra patria.

Debemos hacer honor a los fundamentos y bases de nuestro país, a nuestro Gloria al bravo pueblo y a nuestra Acta de la independencia.

Debemos gritar con brío y que muera la opresión, pues bien sabemos compatriotas fieles que la fuerza es la unión.

Amor a la matria, amor a Venezuela.

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