Pariendo futuro

Pariendo futuro

Por María Milagros León

Hace un año aproximadamente, en mi clase de géneros periodísticos, el profesor Rubén Machaen nos hizo ver “la película que todo venezolano debe ver”. Así fue como la describió la persona que realizó la carátula de la película Amaneció de Golpe. Una obra escrita por José Ignacio Cabrujas - conocido como “el maestro de las telenovelas” - donde plasma, desde cualquier punto de vista, la realidad venezolana.

El motivo por el cual Rubén nos hizo ver la película no lo recuerdo exactamente pero después de un año, hoy la vuelvo a ver y los sentimientos se me ponen a flor de piel. Es imposible ser venezolano y no sentir un gran nudo en la garganta cuando finaliza esta película. Definitivamente, hay que escribir sobre ella pues, es interesante cómo se logró recrear a Venezuela con cada historia, cada pequeño detalle que todo buen observador percibiría con facilidad. Y más si es venezolano.

La historia se sitúa en un país que todavía no ha podido olvidar el Caracazo de 1989, pues no ha pasado mucho tiempo. Siete historias diferentes se relatan al estilo Cabrujas – mostrando realidades de la sociedad venezolana del momento (1998) – a través de los diálogos entre los distintos personajes que, si bien para ese entonces se podían interpretar de muchas maneras, hoy en día al ver de nuevo la película, solo tiene una interpretación: Una Venezuela caótica, que empezó a formarse con el Caracazo en 1989, y actualmente no ha podido recuperarse del todo. 

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Isbelia Requena (Ruddy Rodríguez), mi personaje favorito de la película, es una periodista consumida por la política venezolana. Mujer autosuficiente, guerrera, fuerte y que supeditaba al varón, por esto se asocia con Frida Kahlo que de hecho, se pueden ver algunos cuadros de este personaje colgados en las paredes de su hogar. 

Esta periodista con la cual tanto me identifiqué, deja que su vida se le vaya de las manos y solo se da cuenta de esto cuando su esposo pone fin a su matrimonio para huir con la amante. “Ninguno de los tres nos merecemos esto… pero hay que asumirlo” dice Miguel, el esposo, cuando su amante, Paloma, le pide que no deje a Isbelia, pues ella no se merece eso. Aunque nada tiene que ver con el presente triángulo amoroso, esta frase es dicha por muchos venezolanos actualmente, pero no refiriéndose a lo que la película cuenta, sino al conformismo, al “adáptate como puedas” que caracteriza a la Venezuela de hoy en día. 

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“…Los indios no son problemas, los mineros tampoco… Están tan jodidos en este país que podemos negociar cualquier cosa con ellos…” dice un gringo adinerado, que vive de la explotación de riquezas en Venezuela. Este señor es el mismísimo Míster Taylor de Cabrujas. Recuérdese aquel cuento escrito por Augusto Monterroso (Mister Taylor) el cual, más que una historia, es una crítica de la política económica de Latinoamérica y el papel de los EEUU en la explotación del tercer mundo para el desarrollo de la economía estadounidense. Lo más similar entre el cuento y la historia es que ambos personajes son asesinados por los indios. Por esa “negra de mierda”, como dice el gringo en la película. Que ironía.

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Todas las historias son interrumpidas con el inesperado estallido de lo que sería el cuatro de Febrero de 1992: El primer intento de golpe de Estado contra el segundo gobierno de Carlos Andrés Pérez (CAP), maquinado por el Movimiento Bolivariano Revolucionario 200 (MBR-200) y liderado por Hugo Chávez Frías y Francisco Arias Cárdenas, actualmente Gobernador del Edo. Zulia, con una ideología política nacionalista y revolucionaria, que alegaba estar basada en un supuesto pensamiento de Simón Bolívar.

Amaneció de Golpe, publicada en 1998, relata la historia de Venezuela hasta que el Presidente Rafael Caldera (CAP había sido destituido por ser acusado de corrupción), perdona al oficial que había atentado contra el orden constitucional y causado víctimas mortales: Hugo Rafael Chávez Frías. 

Este mismo, tras ganarle a Caldera en las elecciones del 8 de diciembre del 98, será el Presidente de la ahora República Bolivariana de Venezuela por 14 largos años, imponiendo cambios drásticos en la llamada “democracia”. 

Lo impactante de la película no es cómo un golpista llega a ser Presidente, sino cómo perdura ese sabor amargo desde 1989 hasta hoy 2015, al terminar de verla. Pues, nunca se llegaron a juzgar a aquellos implicados en los asesinatos de estas fechas, corroborados con videos oficiales. Por el contrario, hoy en día son Ministro del Poder Popular para la Energía Eléctrica, Gobernador del Edo. Zulia, Gobernador de Distrito Federal, diputados de la Asamblea Nacional, entre otros.

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“Yo no quería que te murieras, no era verdad… Era la situación que estábamos pasando. La angustia… Nadie quería que esto pasara. Estábamos tan mal. Fue la rabia…” dice Dolores (otro personaje que recrea otra historia), arrepentida de haberle deseado la muerte, en un momento donde no pensó bien las cosas, al taxista que yacía muerto en la camilla del hospital con un tiro en la cabeza. 

Pero, este monólogo de Dolores, no solo son disculpas para el taxista. Ella es la representación o ilustración de un país arrepentido por todo lo sucedido, por las muertes y desapariciones de tantos hermanos. Disculpas porque desde siempre el venezolano no hace más que pensar en el mismo cuando la situación se agravia. “Este país no tiene explicación” dijo el taxista español, cuando aun seguía con vida. 

Y de hecho no la tiene si seguimos los relatos históricos. En Venezuela nunca aprenden de los errores pasados y nunca se aceptan los logros de los que pensaron diferente. Siempre se esta pensando en el futuro, olvidando la historia - elemento fundamental para el surgimiento de cualquier país en el mundo – y siempre se empieza desde cero, volviendo a repetir los errores del pasado. La Quinta República no aceptó las cosas buenas que dejó la Cuarta. Ni la Cuarta de la Tercera, ni la Tercera de la Segunda, etc… Por eso, como dicen los historiadores “Venezuela está siempre pariendo futuro”. 

Para finalizar, pido disculpas a todo aquel que aun no ha visto Amaneció de golpe, pues esto es un pequeño spoiler. Aún así, como dice la carátula del DVD, esta es “la película que todo venezolano debe ver” pues nadie podrá describirte lo que se siente ver una película realizada en los 90’s y que hoy en día siga tan presente. Seguirá poniéndome la piel de gallina sin importar cuantas veces la vea.