MÁS EDUCACIÓN = MENOS DELINCUENTES
Por María Gabriela Rodríguez Ivanac
“La educación debe convertirse en el centro de la agenda política y con
ella deben venir la innovación, la ciencia y la tecnología”, Andrés Oppenheimer
"Quien lee poco, dispara mucho", frase que se leía en un sinfín de pancartas en las protestas realizadas el pasado año a partir del mes de febrero. Una frase que en pocas letras, significa muchas cosas. El profesor Pablo Leizola, aseguró en una ponencia realizada en la Universidad Monteavila, denominada El Reto que, "por desgracia, el estado real de la educación en Venezuela es muy distinto del que
se estima oficialmente. Cualquier profesor universitario sabe de primera mano
el lamentable grado de preparación académica con el que ingresa la mayoría de los
estudiantes a la educación superior”. Si bien es cierto que la juventud venezolana se encuentra comprometida con la lucha nacional y con el objetivo de rescatar la soberanía y la democracia en Venezuela, no es secreto para nadie que en los últimos años la educación ha ido bajando su nivel. Hoy la juventud sabe menos sobre su país y más sobre países extranjeros. Hoy la juventud no está al tanto de que lo que sucede en Venezuela no es nuevo, la historia universal tiene antecedentes similares que son dignos de estudio para comprender la crisis social, político y económica que atraviesa Venezuela.
El profesor Leizola hizo énfasis en que si los docentes no
logran infundir en el alma de quienes se sientan frente a ellos el amor a
la verdad, a lo bueno y a lo bello,
regresaremos al siglo XX, a sus terribles guerras, al holocausto de
Hitler, a las atrocidades de Stalin, a la negación misma de la condición
humana, pero ¿está el mundo a la altura del reto?.
Actualmente vivimos en una época en la que los conocimientos no están lejos de nuestro alcance. Acceder a un libro está tan solo a un clic de nosotros y la amplia gama de información a la que tenemos acceso a través de Internet es impresionante. Los medios de comunicación social, especialmente los audiovisuales,
conforman hoy en día uno de los espacios privilegiados para la información y la
promoción del intercambio de saberes. El
hecho comunicativo constituye un factor esencial para el desarrollo de la
persona y es a través de la comunicación como el ser humano es capaz de
transmitir los contenidos de la cultura en la que está inmerso.
Sólo será posible evitar los retrocesos a los que se enfrenta Venezuela, si se entiende que la crisis está en la educación y en la docencia. Solamente mujeres y hombres con
vocación, con conocimientos, con amor a su profesión y con capacidad para
instruir y enseñar, podrán salvarla del pesado yugo de la ignorancia.
Venezuela enfrenta una situación crítica con respecto a la educación que imparte y a sus universidades. Es imposible el progreso si se sigue incentivando el conformismo
dentro de la sociedad y el poco ánimo de superación. Todos los países deben ser
humildes; el gobierno venezolano alardea sobre sus logros en el campo
académico y científico pero lo más preocupante, es que la gente está convencida
que la competencia de sus universidades es excelente, ¿qué será de Venezuela si sus gobernantes y sus profesionales, no comienzan a preocuparse e invertir
más en la educación de sus ciudadanos? “La educación es algo demasiado
importante para dejarlo en manos del gobierno”, afirmó Andrés Oppenheirmer
en Expomanagement 2011.
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