El Empíreo: Una tiranía disfrazada de democracia

Una tiranía disfrazada de democracia

Por: Victoria Aloisio



"El pasaje de la democracia a la tiranía se produce –decía Platón- cuando surge un jefe popular que sabe cómo explotar las contradicciones de clase entre ricos y pobres dentro del Estado democrático, y que consigue formar una guardia de corps o un ejército privado para su propia defensa. Los mismos que en un principio lo saludan como un campeón de la libertad, no tardan en ser esclavizados y, en una etapa ulterior, deben luchar por él, en una guerra tras otra que el tirano habrá de provocar... porque debe hacer sentir a su gente que necesita un general". Karl Popper


Es inevitable, para un venezolano, leer esta cita y no sentirse identificado con el Gobierno que ejerce el poder actualmente. Esto es una realidad que sucede hoy en día en distintos modelos de Gobierno, incluyendo a nuestro país. Es por esto que, evidentemente, la democracia puede ser otra forma de tiranía.

El pueblo, que en principio somos todos, sólo puede decidir por mayoría. Así, la soberanía, que reside en todos, la ejerce únicamente la mayoría. La mayoría puede entonces sojuzgar la minoría hasta el grado de negarle la condición humana. Y la minoría, de tener el poder necesario, puede responder sojuzgar la mayoría en los mismos términos.

En Venezuela claramente se nota cómo un Gobierno ha logrado arrastrar al pueblo por medio de lo sentimental, y por medio de ciertos actos ‘’heroicos’’ que engañan a la población. Gracias a esto, podemos notar cómo paradójicamente nuestro país pasó de ser de ‘’unos pocos’’ a ser ‘’de todos’’.

Para evitar la tiranía hay que limitar el poder de instituciones que tienden a instaurar toda clase de tiranías. Los derechos individuales deben privar sobre cualquier colectivo. Así, la minoría de uno, no puede ser tiranizada por nadie. Por esto, necesitamos usar al estado para evitar la posibilidad misma de la tiranía.

Hay que limitar el poder, sin importar cual sea su origen. Y es importante reaccionar lo más pronto posible, ya que, Venezuela lleva muchos años acercándose más y más hacia tal tiranía disfrazada, sin que la mayoría de la población ejerza conciencia sobre ello. 

Una de las instituciones que puede llevar a un gobierno relativamente estable es un Primer Ministro fuerte que garantice el proceso de toma de decisiones, fortalezca el papel de los partidos, y limite la fragmentación política. El poder detiene al poder, la separación y el balance de poderes es la única vía hacia la democracia. La forma de evitar la tiranía pasa por la creación de poderes independientes y balanceados. En la revolución venezolana se crean nuevos "poderes" que cada día funcionan más como herramientas de conveniencia para el Gobierno.

Sin embargo, todos los regímenes dependen de la disposición de la sociedad, de la contribución a su estabilidad de las instituciones y fuerzas sociales más importantes. También dependen del consenso, y de la capacidad de los líderes políticos para gobernar, para inspirar confianza, para conocer los límites de su poder y lograr un consenso mínimo. De esta manera, se podrá legitimar a la autoridad a través del proceso democrático el cual es indispensable para el mayor bienestar de una sociedad.

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