LA CASA QUE VENCE LAS SOMBRAS DE UN PAÍS
Por María Gabriela Rodríguez Ivanac
"Esta casa que vence la sombra”, así es denominada la majestuosa Universidad
Central de Venezuela. Un nombre que representa la enseñanza y la educación que
se imparten en la misma, que les brinda luz a los intelectuales. Hoy este
nombre podría adquirir más significados, tener más vigencia y aportar más
esperanzas de las que en su fundación brindó.
La Universidad Central de Venezuela ha sido testigo a lo
largo de la historia, de la formación de grandes y brillantes jóvenes que han
conformado la cabeza de nuestro país. Nombrando, entre muchos otros, a los
líderes de la Generación del 28, quienes decidieron enfrentar al régimen del
general Juan Vicente Gómez, y sus actos más tarde generarían cambios
fundamentales para la historia de la nación.
Pero es la Universidad Central de Venezuela una pieza
fundamental en la creación y en el desarrollo de todos esos jóvenes talentos. La Universidad en sí misma
es un museo, que transporta a cada estudiante que pisa su territorio a los momentos
históricos más importantes de nuestro país. Se podría hacer una analogía entre
la UCV y Roma, ya que siempre que visitamos este último tenemos la sensación de
que todo lo que está a nuestro alrededor, lo que pisamos, lo que vemos y lo que
tocamos tienen un significado y una razón de ser. En la UCV pasa lo mismo.
Todas las estructuras, las ventanas, las manillas de las puertas, los pisos,
los murales, intentan transportar al visitante a una parte de la historia. La
Universidad Central es una pequeña caja que recoge lo mejor de cada época, lo
mejor de cada artista. En la Universidad Central nada es casual, todo es
causal. Cada ladrillo y cada reja intentan hacer recordar al ucevista y al
venezolano, la identidad de Venezuela, sus raíces.
La Universidad Central no es una mera universidad, es un
museo que deberían visitar todos los venezolanos. Todos deberían conocer hasta
el lugar más recóndito de su estructura. La UCV, testigo de protestas,
enfrentamientos, fiestas y un sinfín de eventos, representa en todo su ser una
forma de vencer la oscuridad, de vencer la sombra que hoy en día cubre a
Venezuela. Solo a través de hombres y mujeres capaces y preparadas, Venezuela
conseguirá el camino hacia la luz. La Universidad Central no es más que un vivo
ejemplo de que el que lee más dispara menos, y de que el que realmente conoce
su identidad, podrá defender a capa y espada el futuro de su tierra.
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