El Empíreo: Un reencuentro con los sentidos

Un reencuentro con los sentidos

Por: Victoria Aloisio 

Foto Cortesía: escritores.org


El ensayo de Ezequiel Martínez Estrada denominado ‘’La cabeza de Goliat’’ nos lleva hacia un ejercicio de lucidez sencillamente extraordinario, e incluso hacia algo totalmente fuera de lo común. Si no estás seguro de conocer este nombre, responderé la siguiente interrogante para dar a conocer a este increíble autor. Lo primero que debemos preguntarnos es ¿Quién es Ezequiel Martínez Estrada? Martínez Estrada es uno de los ensayistas más relevantes, y uno de los menos reconocidos en Argentina. Un país que por alumbrar solo a sus escritores sustanciales, se devoró a sus hijos pródigos. Estrada fue lo que hoy podríamos denominar un ‘’exiliado interior’’.

Tal como sentenciaba Cortázar ‘’ser argentino es estar lejos’’, al autor que se le dedican estas líneas vivió, y sintió esta paradoja en carne propia, con lo que pudo forjar su condición de escritor indispensable. La magnitud de Estrada se puede apreciar en la obra ya mencionada, en la cual relata la prosa de un inmigrante en su propio país. No obstante, lo que realmente dio pie a esta prosa, fue el amor tan grande que sentía por su patria llamada Argentina, por lo que sus palabras no pudieron más que desgarrarla. Lo que llama la atención de la obra, es la lírica que implementó, la cual atraviesa desolaciones y valentías inevitables. 

Su pluma ávida de desafíos, opera en todos sus libros como un bisturí que no deja víscera sin diseccionar. Esto se evidencia con su famoso ensayo ‘’La cabeza de Goliat’’, el cual fue publicado en el año 1940, y cuyo subtítulo otorga ya una idea de lo que trata, de una ‘’Microscopía de Buenos Aires’’. Lo que lo convirtió en un libro ineludible tanto como para los argentinos que aman a su país como él, como tanto para todo sujeto universal. Sin embargo, el punto principal de este magnífico ensayo, es cómo conocer a una ciudad más allá de su superficialidad.

Lo que hizo que escribiera este texto sobre este libro fue que, al leerlo, me sentí totalmente identificada con lo que me sucedió la primera vez que pisé las calles de Buenos Aires. Una ciudad puede ser perfectamente juzgada en cuanto a su fachada, pero ¿En alguna oportunidad te has puesto a observar en vez de tan solo ver lo que hay a tu alrededor? Pues, este es uno de los mensajes implícitos en ‘’La cabeza de Goliat’’, y fue precisamente, lo que experimenté en Buenos Aires. 

Cuando Estrada expone la frase que dice ‘’La vista y el oído son órganos de tacto más que la mano, en la ciudad’’ simplemente resume la importancia que tienen los sentidos de la vista y el oído al momento de conocer verdaderamente los fundamentos de una cultura instalados en una ciudad. Y esto fue exactamente, lo que me permitió darme cuenta del por qué, me agradó tanto conocer esa ciudad.

Más que presenciar la ciudad de Buenos Aires, la sentí. La vista no era suficiente para conocer el sitio, más que solo ver cosas, percibí la cultura, observé el paisaje, sentí el ambiente, olí lo deseable, oí la sinfonía que brindaba cada cuadra, y saboreé las deliciosas tentaciones. Este reencuentro con la tierra de nacimiento de mi papá, y con mis cuatro sentidos, me llevaron a recordar mi niñez, en la cual solíamos caminar juntos por las cálidas y coloridas calles de la ciudad. Ese placer de sentir una ciudad como tuya, como si fuera tu casa, eso es algo que no te brindan todas las ciudades si no eres capaz de poner en práctica todos tus sentidos, tal como expone Martínez Estrada. Es por todo esto, que me uno al grupo de personas que le atribuyen a este escritor, el verdadero significado de lo que es amar los fundamentos de tu familia, y de tu patria.

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