Rerum Novarium
Por: Victoria Cruz
Gygax
Hace
unos años atrás un hombre sabio y con transcendencia dijo “Ambas clases se
necesitan involuntariamente” en la encíclica que le escribió al mundo y que hoy
muchos todavía ignoran, este hombre es el Papa León XIII.
Dicha
encíclica fue publicada en 1891 donde se plantea la disputa entre la clase
obrera que ofrece trabajo y el rico que posee el capital. Hoy año 2014, vemos
como este problema sigue existiendo y generando odio y resentimiento en los
hombres. ¿O no es dicho resentimiento lo que ha puesto a nuestros gobernantes
en el poder?
Los
hombres de poder tergiversan la realidad, para así poder manipular a las
personas jugando con sus sentimientos, y así ellos lograr sus objetivos. Y si
no es así, ¿Por qué se pone al obrero en contra del rico y al rico en contra
del trabajador?, no debería ser una relación complementaria, donde al rico no
le sirve de nada tener dinero sino tiene quien produzca su capital y el
trabajador no le sirve de nada que no esté el hombre que posea el capital
porque sin él no tendría trabajo.
Además
el Papa León XIII nos habla del socialismo, y nos plantea que es un sistema que
afecta a la clase obrera tanto como al que posee el capital, por su relación interdependiente,
donde no se puede dar una sin la otra y cuando se juntan, ambas se benefician,
ambas crecen y se puede ver su esplendor
Es
una utopía el pensar en socialismo, un régimen donde todos seamos iguales,
porque para llevarlo a cabo, nos tendrían que quitar nuestra identidad, todo lo
que somos y lo que queremos ser. Donde en el fondo, lo que se busca con dicho
modelo es que el Estado se adueñe de las cosas de otros diciendo la falacia de
que lo que se quiere es “un bien común”, cuando en realidad nos afecta a todos.
Pero
mientras sigamos dormidos, siendo manipulados por una capa de humo que no nos
deja ver la realidad. Seguirán generando resentimiento y odio, propiciando división
y mientras más división exista, con más facilidad el hombre astuto que tiene
ideas perfidia, las llevara a cabo.
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