La cabeza de Goleat
Por: Victoria Cruz
¿Cuántas veces nos dejamos llevar por
la fachada?
Cuando viajamos y visitamos otra
ciudad en cualquier parte del mundo, al ver la gran escala de los edificios,
los monumentos, las autopistas, nos sentimos inferiores y nos da la sensación
de que el lugar de dónde venimos es pequeño al lado de esas grandes
estructuras. Pero al trasladarnos y vivir en aquellas ciudades, nos damos
cuenta que esa gran escala se reduce a algo pequeño, insignificante, porque al
compararlo con nuestro interior observamos que nuestra ciudad es amplia y de
gran escala.
Es decir, cuando se analiza de forma
superficial una sociedad, la ciudad la verás grande, con gigantes estructuras
que te deslumbran, pero si te concentrar en ver el fondo no existe una
estructura social, sino una fachada. Y este pensamiento se puede comparar con
la gigante Cabeza de Goleat, un hombre con una cabeza enorme, pero que no
poseía grandes habilidades, Goleat es igual a un país que crea inmensas
ciudades, con grandes estructuras pero no crea una nación porque es más fácil
crear una fachada.
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