¡Cuántas cosas ignoramos por quedarnos en lo superficial!
Por: Cristina Brunetti
Foto Cortesía: Saren |
Para la mayoría de los caraqueños se ha vuelto un hábito quejarse de su ciudad. A menudo escuchamos a las personas molestarse por los ruidos, los malos olores, las calles congestionadas, la basura, y otros problemas que acarrea vivir en la capital de un país. Lamentablemente, son pocas las veces que oímos comentarios que exalten lo maravilloso y lo positivo de Caracas.
Ezequiel Martínez Estrada, en su texto “La Cabeza de Goliat”, plantea que “sólo percibimos la suma y no lo sumandos de las cosas; no olemos, ni vemos, ni oímos las cosas sino la ciudad que ahora non olet”. Es decir, nos quedamos en la superficialidad y no vamos al fondo, a lo interno, a los detalles del lugar en que vivimos.
Pareciera que únicamente nos enfocamos en el caos y en lo negativo. No examinamos la ciudad como tiene que ser. No destacamos sus montañas, su increíble gastronomía, sus espacios culturales, su gente.
Es hora de comenzar a hacer uso de los cinco sentidos y analizar: cómo se ve Caracas, cómo se oye Caracas, cómo huele Caracas, cómo se siente Caracas y hasta a qué sabe Caracas. Es hora de comenzar a apreciar nuestra ciudad y de comenzar a trabajar por ella. Si algún día nos marchamos y enaltecemos sus atributos desde lejos, ya será bastante tarde, pues como afirma Martínez Estrada, “todos los días tienen sorpresas de emoción que venimos a estimar cuando estamos lejos de allí”.
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