Por:
Luis Farage
Hoy
en día los términos dictador y tirano se ven como sinónimos. Pero originalmente
no era así, por lo cual esclarecer la diferencia es necesaria.
El
dictador, originario de roma, ejercía
su autoridad por un tiempo no mayor de seis meses, y podía ser reelecto solo
una vez más por el senado. En este período quedaban suspendidos todos los procedimientos
ordinarios donde los magistrados se abstenían en el ejercicio de su
jurisdicción, excepto los tribunos de la plebe, y nadie podía criticar,
censurar ni discutir las órdenes del dictador. Para demostrar su superior
magisterio, el dictador marchaba precedido de 24 lictores, frente a los 12 que
acompañaban a los cónsules. Todo esto se hacia, y sucedía, con el fin de
mantener el orden y la paz en situaciones criticas y extremas, donde el proceso
de discusión y burocracia solo entorpecerían las decisiones y perjudicarían al
pueblo.
Este título, el de dictador, centralizaba
el poder en una sola figura, tanto el poder político como el militar; lo que
volvía al dictador en el jefe al mando de toda las fuerzas armadas. A pesar de que
a lo largo del tiempo las atribuciones del dictador se fueron aumentando el
dictador no podía disponer del Tesoro Público sin la autorización previa del
pueblo, ni abandonar la nación (Italia) y además estaba obligado a rendir
cuenta de todos sus actos tan pronto terminaba su periodo de ejercicio. También
durante el ejercicio de su cargo se hallaba bajo la vigilancia de los tribunos,
quienes conservaban toda su autoridad, y quienes se ocuparían de poner alto a cualquier
ambición de los dictadores, cuando uno de ellos centrara en sí todos los
poderes.
Por
otro lado la tiranía, originaria de la antigua Grecia, se refiere a aquel que o aquellos que habían accedido al poder
por medio de la violencia derrocado el gobierno, usualmente de una
ciudad-estado, generalmente gracias al apoyo popular, pero también mediante la
fuerza militar (un golpe de estado militar) o una intervención extranjera. Por
ende el tirano ocupaba el poder no por derecho, sino por la fuerza.
Con el correr del tiempo la tiranía se ha
vuelto el sistema político por excelencia del autoritarismo. Por lo cual
también centraliza todos los poderes en su figura. Para la mentalidad moderna,
la tiranía se identifica con el uso cruel, abusivo y desmedido del poder
político usurpado. Pero entre los antiguos griegos el término estaba mucho más relacionado con la demagogia y el
populismo, otro aspecto que caracteriza a los tiranos de hoy en día. Los
tiranos griegos solían salir de las luchas de clases, contra los antiguos
nobles y reyes de derecho divino, por lo cual contaban con el apoyo popular,
una de sus herramientas para colocarse en el poder. Pero no pasaría mucho
tiempo antes de que traicionaran a quienes los colocaron donde estaban y a su “lucha justificada”. Aristóteles al
hablar de la tiranía establece:
“El tirano sale del pueblo y de la masa contra los
notables, para que el pueblo no sufra ninguna injusticia por parte de aquellos.
Se ve claro por los hechos: casi la mayoría de los tiranos, por así decir, han
surgido de demagogos que se han ganado la confianza calumniando a los notables”
Además, más allá del como descomponen al
ciudadano y a la nación, también agrega: “…de modo que la tiranía, que es el peor régimen, es el
más alejado de una constitución…”
Una
vez aclarado que la dictadura y la tiranía son sistemas distintos, ninguno
aplicable en la actualidad. Vemos como la tiranía destaca por ser un tanto
peor, ya que atropella más al ciudadano y degenera más a la sociedad. Es por
eso que a lo largo de la historia varios autores y pensadores han escrito sobre
el tema de la tiranía y como solucionarla.
Entre esas soluciones se ha propuesto el tiranicidio, que consta de matar al tirano. Si bien esa es una solución radical, muchos de los pensadores que han escrito del tema defendiendo esta tendencia han establecido que es como arrancar una mala hierba de raíz evitando que siga propagando su mal. Por otro lado quienes se han expuesto en contra de esto dicen que con esto no habría una solución real, sino que se cambiaria un nombre por otro y el fondo del problema seguiría siendo el mismo. Además que implica la muerte de otra persona.
Por
otro lado quienes defienden el tiranicidio han propuesto la diferencia de “
matar no es asesinar”. Que si bien ambas implican la eliminación de la persona
una no es vista como un acto morboso, injustificado y psicopático(asesinar)
sino el resultado de la defensa propia para evitar el daño de uno mismo.
También y quizás el argumento más fuerte de esta tendencia es el Derecho de
Rebelión o Derecho de Resistencia a la Opresión. Si bien su nombre lo sintetiza
bastante bien no esta de más agregar que se ve como un acto divino, de
obediencia a dios, el revelarse y deponer a quien le hace daño a quienes debería
de cuidar y colocar un gobierno que velé por el bien común y sea elegido de
manera legitima.
Estas
teorías de rebelión a los tiranos son lo que han dado paso a las insurrecciones
que han dado paso a las republicas y han permitido que la humanidad haya
evolucionado, sobre todo hacia la modernidad. Podemos tomar como ejemplo la Revolución
Francesa, la Guerra de Independencia Norteamericana y los procesos de emancipación
latinoamericanos. Todos estos han permitido que sus sociedades hayan avanzado hacia
una mejor calidad de vida y mayor capacidad como estados y dejado atrás situaciones
de malestar, depresión y degradación social. Quizás el ejemplo más gráfico de esto en la
actualidad, de cómo el tiranicidio permitió que una sociedad avanzara, fue la muerte por ejecución del tirano
italiano Benito Mussoliniquien
tras ser fusilado fue guindado como carne en una plaza publica y entregado al
pueblo quien lo apedreó, disparó, golpeó y pateó.