A finales del siglo XV, el mundo comenzó a tener una especie de “revolución” que logró el cambio de muchas maneras de pensar, vivir, y comportarse. Estas fueron transformándose en grandes legados que hoy en día imperan en casi todos los países.
Uno de los legados más sobre salientes, es el surgimiento de una idea que iba a cambiar la perspectiva política y social de la época logrando poner en primer plano a los ciudadanos antes que al Rey: la idea de institucionalización.
La creación de instituciones en el área política permite que la toma de muchas decisiones sean analizadas por ciertas personas pensando en el pueblo, y no por una sola persona (presidente) para sus beneficios.
Esto quiere decir que, si el Poder Legislativo redacta una ley, el Poder Ejecutivo debe de revisarla y, aceptarla, o rechazarla, según sea el caso. Esto mismo sucede con los demás poderes en las tomas de decisiones.
Actualmente en Venezuela las decisiones son tomadas por un solo grupo de personas que tienen los mismos ideales e intereses. Estas no pasan por un filtro de regulación que realizan las instituciones. Es decir, no hay autoridad pública que se distribuya entre los órganos legislativo, ejecutivo y judicial. A cada uno de ellos le correspondería ejercer un cúmulo limitado de facultades de mando y realizar una parte determinada de la actividad gubernativa, cosa que no sucede hoy en día.
¿Es Venezuela entonces un país estancado en el tiempo?
No hay comentarios:
Publicar un comentario