Venezuela, quiero decirte que...

Por: Jorge Fernández Lander

Quiero decirte que nací en Venezuela, en tiempos de paz. Quiero decirte que nací en Anzoátegui y vivi ahí hasta los 16 años, en mi niñez y adolescencia estaba presente la playa y aprendí a manejar bicicleta en la calle, sin temor a que me robaran o a que algo malo pasara. Quiero decirte que amo este país, amo sus paisajes y su gente, esa Venezuela por la que debemos luchar todos los días.

Quiero decirte que yo nací en una país donde la comida se dañaba en la basura o después de muchos días en la nevera, no en contenedores en el puerto, la luz se iba pocas veces y cuando sucedía era toda una experiencia sacar las linternas y velas en mi casa.

Quiero decirte que recorrer Venezuela en mis vacaciones era sentir el sol del llano, ver el atardecer a las 6 de la tarde, desde un pueblo en la plaza mientras los señores jugaban dominó y yo la recorria en patineta o patines. Quiero decirte que en los carnavales participaba en las comparsas de mi colegio que las hacían por la avenida principal de la ciudad, mientras la gente salía a disfrutar de las carrozas, quiero decirte que a medida que fui creciendo aprendí que los mejores perros calientes son los de la calle, las mejores panelas son de San Joaquin y las mandarinas más frescas las venden en la carretera de Oriente, después de los casabe.

Quiero decirte que las navidades en mi casa eran junto a la familia de la familia de mis vecinos, en el que las mayores peleas eran por caraquistas y magallaneros.

Así como tuve una infancia increíble, también quiero decirte que a medida que fui creciendo vi como Venezuela iba sufriendo muchos problemas, económicos, políticos, culturales. El amarillo, el azul y el rojo dejaron de ser los colores de la bandera y se convirtieron en partidos políticos. Muchas veces me dijeron que no comprara camisas rojas porque eso es de "chavistas".

No nací en un país de gas, de balas ni de odio. No nací en un país donde el pasado y sus tragedias, pesaran tanto, que jalaran al futuro por los pies y lo obligaran a gatear. No nací en una democracia de mártires. No nací en un país de militares con acento extranjero.

Quiero decirte que jamás imaginé que semanalmente tuviera despedidas de amigos que se van del país o mas doloroso aún que siempre me digan que mataron al amigo de fulanito.

Quiero decirte que quiero que vuelvan todos esos buenos recuerdos, que hoy a mis 26 años espero tener la fuerza de verlos volver, de encontrar la paz en nuestro país, que cese el odio entre venezolanos y la dignidad del hombre prevalezca y mantenga siempre la frente en alto.

Quiero decirte que quiero que todos trabajen unidos por este país, sin importar el color de mi su camisa.