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sábado, 31 de enero de 2015

De lo que no carezco, es de resistencia

Por Daiyalim Casanova


Sin conciencia histórica no hay capacidad para distinguir lo que atente con los intereses colectivos, por ende la disyuntiva que existe actualmente del significado que se ha forjado de nacionalismo venezolano reside en quién conoce las ideas; eso que no se extingue con la desaparición física. Los constructores de nuestra historia han tergiversado el propósitos de sus acciones dejando un alma nacional mezquina que teme al cambio y niega su propia verdad.

La trascendencia que tenga el hombre en su contenido logrará la permanencia de su intención.Sin 
embargo, nos hemos concentrado en la liturgía y así, desencadenado el desarrollo de una sociedad que ha llevado un ejercicio superficial a la rutina sin conocer su contenido,raíces y consecuencias.

Y de consecuencias tenemos de sobra para un pueblo que en su momento reivindico sus valores e hizo un llamado a la independencia, pero dejo a un lado su porqué como nación. Uno de los factores primordiales que podemos conseguir en la sociedad venezolana de los últimos cincuenta años, y con mayor resonancia aun en la sociedad actual, es que existe una resistencia ante la vida, tanto los beneficios como las amenazas son peligrosas y con ella nos adentramos a una percepción del país de 
"que nada vale".

Vamos y venimos al exterior cortejando frases como esta, "nada vale"o "ya no lo vale".Incluso a través de las redes sociales nos abastecemos de pensamientos que solo resumen un propósito, caprichos. Sí nos ponemos a analizar la historia donde los gobiernos han irrumpido con la felicidad de los ciudadanos, evidentemente se denota un factor caprichoso que resume todas las injusticias, pero también es cierto que la felicidad individual no depende de nadie sino de uno mismo y no debemos fortalecer esas caprichosas opiniones sin argumentos y sólo impulsos porque se está lamentablemente convirtiendo en uno de los factores más influyentes para el olvido de la Venezuela bonita, libre y abundante.

Debemos dejar de resistirnos ante lo bueno y lo malo; lo positivo porque nos da miedo y no lo queremos enfrentar , y lo negativo ; lo negamos , no lo creemos y no lo asimilamos. Vemos matices de injusticias por todas parte y respondemos con la misma intención agresiva e intolerante como aquellos sin interés alguno del sentido de permanencia histórico venezolano. 

La verdadera democracia se construye cuando se obstruyen la resistencia ante los obstáculos y oportunidades y se trabaja sobre ello. En vista de tanto bloqueo ideológico, los venezolanos parecemos ante los ojos del mundo ser carentes de muchas cosas excepto de resistencia. Si bien en muchos sentidos dicha resistencia ha querido retribuirse al no permitir a "un grupito" se quede con la Venezuela que es de todos, este significado, así como nuestra historia se ha gestionado de manera inadecuada causando una resistencia de pensamiento ante los matices que provee el hecho de ser libre.



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