Hace tres años me gradué de bachillerato, vi como muchos de mis mejores amigos se iban del país en busca de un mejor futuro y calidad de vida, fueron despedidas muy tristes pero en ese momento no me imaginaba que lo peor estaba por venir...
Me encontraba haciendo los tramites usuales que haces en quinto año para poder empezar la universidad, cuando mi mamá entró a mi cuarto muy feliz diciéndome ''te vas a vivir a Canadá'', recuerdo ese momento tan perfecto como si hubiese sido a penas hace algunas horas; alterada y molesta le dije ''eso tiene que ser mi decisión no tuya, yo no quiero irme'' pensaba que sería de mi vida todos los días sin poder desayunarme una arepa. Suena absurdo, cualquier persona que tenga esa oportunidad de frente quizás la aprovecharía sin pero alguno, pero yo no, yo la rechacé.
En ese momento, no me imaginaba viviendo afuera. Pienso que dentro de todo, Venezuela es un país hermoso, lleno de gente excepcional, pero con los días, con cada persona cercana que me entero que secuestran o roban, me decepciono.
¿Es con historias ajenas a mi que he perdido el nacionalismo? La respuesta naturalmente es sí, ¿qué pasaría si en vez de ser personas ajenas a mi, la que vivía esa terrible situación era yo? ¿Retrocedería el tiempo y aceptaría sin pero alguno la oferta de irme a vivir a Canadá? Me siento analizo mi situación actualmente y se que esa oferta de oro capaz no la vuelva a tener en mis manos, pero si se me presenta de frente otra vez la respuesta seria SI y mil veces SI.
¿Irme de Venezuela significa perder el amor profundo que siento por ella y por todo lo que me brindo? No, irme de Venezuela significa que busco formarme en otro país donde tenga la oportunidad de dar lo mejor de mi y quizás en un futuro volver y enseñarlo acá.
Es con esto que defiendo profundamente a todos esos jóvenes que se fueron, desde el 12 de febrero he escuchado como los critican por irse, pero a mi no me parece un error; pienso que están en un lugar donde si tienen la oportunidad de vivir libremente y felices la juventud que muchos acá no podemos vivir tan seguramente.
Con los días siento como me arrancan de las manos la oportunidad de demostrar que los jóvenes venezolanos tenemos mucho que demostrar y dar, veo como todo queda en manos de personas que no valoran este maravilloso país que tenemos y que nos ha dado tanto.
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