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miércoles, 17 de junio de 2015

El poder de las ideas

Autor: Mariana Martínez Venegas

Para comenzar este discurso quisiera empezar con esta frase que una vez oí en clases: “No depende de cuántas neuronas se tengan sino cuantas veces, las mismas se conectan entre sí”

Debo confesar que esta frase me afectó un poco ya que venía de haber oído siempre hablar de expresiones coloquiales, como las personas “inteligentes” son las que tienen más neuronas y las que no lo son, no tienen ni una. Pero en realidad no es así, porque no importa  cuántas neuronas tengamos sino cuantas veces las usamos de verdad.

Podemos vivir con nuestras neuronas pero las mismas pueden estar pasivas, no quieren conectarse entre sí. Al no hacerlo no se pueden producir las ideas.

Una idea no la podemos ver ni tocar, es la forma o representación que le damos a algo a partir del razonamiento o de la imaginación, es el conocimiento más básico, puro y racional. Proviene de nuestra capacidad de adquirir y aplicar el intelecto.

Pero… ¿Por qué hablar de las ideas? Bueno lo interesante de las ideas es que ellas permiten que surjan los conceptos, los mismos son la base de todo conocimiento. La cantidad y variedad de conocimientos que hoy día poseemos están ahí gracias a una idea precursora.

Para entender a la sociedad en que vivimos y por qué las cosas son o están puestas de una forma determinada debemos o es conveniente conocer las bases en las que se sustentan los conceptos que dieron pie a los conocimientos o estructuras que observamos hoy en día.

Desde la forma en como nos organizamos en nuestro territorio proviene de un concepto en este caso político como el Estado. Como el hombre es bárbaro por naturaleza y vela únicamente por sus intereses personales surgió la idea de organizar a un montón de personas para poner orden a la vida de todos.

Todo lo que observamos hoy día, las formas políticas como el capitalismo provienen de algo, no llegaron de la nada, tuvieron un antes, desde su concepción (idea) hasta un después, hoy día. Tiene una teoría predeterminada pero una práctica imprevisible.

Al principio en la Edad Media el sistema político era la monarquía y el sistema económico el feudalismo, había desigualdad étnica con el sistema de castas y no había movilidad social. Bueno o malo fue una idea de organizar a la sociedad que más adelante a partir de los errores del pasado y la adquisición de nuevos conocimientos fueron mejorando estas formas.

Es decir, las bases además de ser el apoyo principal de las ideas, son también el principio de otras, están ahí para que surjan otras ideas que las mejoren, una constante proliferación de conocimientos.

A partir del absolutismo reinante en la edad media, en la edad moderna surgieron nuevas ideas, se intentó cambiar paradigmas y tratar de hacer las cosas de otro modo. Se pensó la idea de colocar límites al poder por primera vez ya que el Rey no tenía siervos, aparece la figura del parlamento y se decreta que el poder político no puede sobrepasar los derechos de las personas.

 Hoy día estamos en la edad contemporánea o postmodernidad donde gracias a los periodos precedentes hemos llegado a distintos conocimientos como la necesaria limitación del poder por sus graves consecuencias, el respeto de los derechos, las clases sociales dejando atrás los sistemas anteriores ahora hay movilidad social, el capitalismo como sistema económico del occidente donde hay libertad económica. Todo dirigido al bienestar social.

Para que ideas como estas mencionadas anteriormente produzcan un cambio importante no pueden nacer de un individuo solitario surgen en conjunto entre las personas y el contexto que rodea ese descubrimiento. Y para que las ideas como dije anteriormente se formen necesitan de otras que le anteceden para que puedan tomar una forma definitiva.

Las crisis son el momento inesperado para que la generación de ideas aumente, ya que exigen movilidad cerebral, necesita de constantes soluciones para producir cambios en la situación actual. Las crisis han incitado a cantidades de autores a plasmar sus ideas a veces locas pero muy acertadas en distintas obras o libros.

Por ejemplo Tomás Moro no hubiese escrito su gran obra “Utopía” sino se le hubiera ocurrido demostrar que el estado ideal o perfecto no sirve ni existe y atreverse a plasmarlo en una obra. O a Ezequiel Martínez Estrada no hubiese hecho su obra “La Cabeza de Goliat” sin antes haber pensado en la idea que le mostró la abundancia del análisis superficial o externo sobre el profundo. Quizás si él no hubiese mostrado al mundo su idea, no hubiésemos pensado jamás en eso o no hubiésemos concientizado que no usamos nuestros cinco sentidos para obtener un análisis profundo y que solo caminando podemos conocer nuestra ciudad. Es decir, las ideas ajuro deben ser compartidas pues reflejan no solo bases sino experiencias, nos enseñan a mirar con otros ojos. Las ideas están activas siempre, nacen y en seguida les dan paso a otras.

Para entender nuestra situación actual es indispensable leer estas obras, por ejemplo “Mensaje sin destino” de Mario Briceño Iragorry a pesar de haber sido escrita en 1951 revela la gran “Crisis de pueblo” que hemos venido arrastrando desde siempre. Leer esa obra nos hace reflexionar por qué estamos como estamos y  además nos otorga la solución. Esta obra nos da luces y nos muestra todo lo que hemos borrado y dejado atrás, nos enseña a que debemos aprender de nuestros errores para no continuar cometiendo los mismos.

Esta obra parte de la idea de que somos un pueblo sin densidad histórica, de baja autoestima, de “borrón y cuenta nueva” que explica nuestra crisis institucional, educativa, política, económica…

Para lograr hacer las cosas bien, debemos olvidar la tabla rasa, y empezar a escribir a partir de nuestras bases, ¿Cómo? Intentando no acostumbrarnos a la inmovilización, la acomodación… para lograr un verdadero cambio se debe hacer algo que nunca se hizo antes, debemos generar ideas y no tener miedo a expresarlas.

Las ideas no siempre surgen de una persona fuerte y rígida a veces surgen de personas que tienen miedo a los cambios pero quieren intentar algo distinto y nuevo. Por eso las ideas surgen de las crisis porque son los momentos en donde se nos pone a prueba.

Como una vez a alguien se le ocurrió cambiar las cosas y plasmarlas en un Acta de Independencia que después se convertiría en la partida de nacimiento de un país y sus fundamentos, también unos alumnos se atrevieron a hacer las cosas diferentes a pesar de que tuvieron miedo e incertidumbre ante una nueva materia... un nuevo reto. 

Por eso siempre las buenas ideas aumentan en los momentos de crisis... 





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