Por: Silvana Lezama García
Durante varios años me he preguntado que
se puede o al menos que puedo hacer para mejorar el estado en el que se
encuentra mi país. El año pasado pensé que la solución era salir a la calle y
protestar por todos los derechos que me han robado, al principio gritaba
consignas, me paraba frente a un guardia nacional y le decía que por qué no se
quitaba ese uniforme que le quedaba grande, luego lloraba de indignación cuando
comenzaba la represión. Me costaba mucho entender por qué hacían eso, de hecho
aún me cuesta muchísimo entenderlo.
En algún momento del año pasado me di
cuenta que no valía la pena estar en la calle si el resto del país estaba
apático, solo pensaba que no era justo que yo arriesgara mi vida por la calidad
de vida de otros. Sonará egoísta, pero luego de pasar por lo que pasé creo que
merezco pensar así.
Al principio me sentía orgullosa de mi
misma cuando escuchaba a las personas diciendo “ahí van nuestros jóvenes, el
futuro de nuestro país a reclamar lo que es nuestro” pero ahora lo que siento es molestia. Es
decir, si yo soy “el futuro” del país ¿por qué tengo que salir yo y arriesgar
mi vida por el país que ellos perdieron?
No es mi culpa que el país esté como está. Yo nací en el año 1993 y el
gobierno de Chávez empezó en el año 1999, por ende yo solo tenía 6 o 7 años de
edad ¿qué idea podía tener yo de lo que estaba pasando en mi país?
Quiero aclarar antes de tiempo que no
estoy escribiendo esto para culpar o solo decir cosas malas de una generación,
que viene siendo la generación de mis padres, que respeto profundamente pero
creo que no actuaron como debían en su momento.
Es importante destacar que la situación de
Venezuela hoy en día va más allá de la mala gestión del gobierno, esto es un
problema que ya es de sociedad y calidad humana. Porque, no es posible que
personas que tienen diferentes ideologías no puedan estar juntos en el mismo
lugar sin insultarse o peor aun agredirse físicamente. No es posible que un
teléfono valga más que la vida de un venezolano. No es posible que cuando un
perro muere por negligencia en una tienda de mascotas se genera más furor en la
sociedad que con cualquier otro problema que vivimos día a día, es bastante
probable que si yo hoy coloco en cualquier red social como se llamaba la
perrita la mayoría responderá sin pensarlo dos veces, Cotufa.
Me preocupan mucho las generaciones que
vienen detrás de la mía, nosotros logramos educarnos con un sistema en el que
no estaban metidas las raíces de una ideología, se podría decir que desde el
inicio nos enseñaron que todas las ideas son buenas, que si alguien pensaba
diferente a nosotros no debíamos criticarlo sino escucharlo e intentar debatir
para llegar a un consenso, al tener eso como base creo que es más sencillo
tener un pensamiento mas crítico y quizás analítico.
Pero ahora vemos como en los colegios
públicos prácticamente se adoctrinan a los niños bajo las ideas de Simón
Bolívar, Simón Rodríguez y Ezequiel Zamora (árbol de la tres raíces), entonces
si ellos ya crecen con “el chip” de que solo eso es lo correcto ¿qué esperanza
queda para Venezuela? Puede que existan niños que en sus casas los eduquen
bien, pero pasan más tiempo en las escuelas que en sus casas.
Honestamente veo como mi país se hunde en
la miseria, así como el resto de los venezolanos también lo ven y lo viven.
Gracias a Dios corrí con la suerte de nacer y crecer en un ambiente en el que
nunca me ha faltado nada, pero ¿qué pasa con los que no tuvieron esa suerte?
Ahí es cuando sale a la luz a frase de “aquí no se vive, aquí se sobrevive”
esas personas viven día a día. Un bolívar es igual a un día más para vivir. No
apoyo en lo absoluto a las personas que dicen “ellos son pobres porque
quieren”, me parece una falta de todo porque la mayoría de esas personas se
esfuerzan más para sacar adelante a sus seres queridos, que los que se encargan
de hablar sin conocer.
Vivimos en un país en el que sabemos más
de la historia de Estados Unidos o Cuba que de la nuestra. Podemos decir sin
problema alguno cuando es el Día de la Independencia en EEUU pero nos
confundimos al responder la nuestra. Conocemos las fechas patrias como los días
de puente y nos molestamos si no caen jueves, viernes o lunes. En cierta forma
si no conocemos parte de nuestro pasado es un poco difícil lograr formar un
buen futuro, no digo que sea imposible, solo que es un poco más complejo.
Bertolt Brecht tiene
una frase que es perfecta para describir a Venezuela “desgraciado el país que
necesita un héroe”. Además de todos los problemas que nombré anteriormente creo
que éste es el más contundente de todos. La sociedad venezolana sea chavista u
opositora está siempre a la espera de un ”héroe” que los saque de su miseria.
Siempre hemos necesitado que aparezca un sujeto a rescatarnos, como en las
películas de niños que siempre llegan un príncipe a salvar a la damisela en
peligro. La sociedad venezolana no es más que una damisela que está esperando
ser rescatada.
Hasta que la sociedad no entienda que cada
uno es su propio héroe es muy difícil que logremos un cambio. Para mejorar algo
tan grande como un país primero debes mejorar tú.
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