Por Silvana Lezama García
Querida amiga,
Hace tiempo que no hablamos, me gustaría saber ¿cómo te sientes? se que estás pasando por un momento difícil y que solo recibes malos tratos o abandono de las personas. Supongo que necesitas desahogarte o al menos escuchar cosas buenas sobre ti, porque se que mucha gente lo que ha hecho es destruirte y solo hablar mal de ti, no se si cuenta como hablar a tus espaldas pero debe ser algo complicado de digerir.
Aún recuerdo la primera vez en la que nos separamos, fue muy fuerte para mi. Te extrañé como nunca, no veía la hora de volver a verte, estar cerca de ti. Si bueno, sonará un poco loco pero sencillamente la falta que me hacías era inexplicable.
Pero luego de un mes nos volvimos a encontrar y quise hacer todo lo que estaba a mi alcance para llenar esa ausencia que durante dos meses estuvo dentro de mi. Fui a tus playas, subí El hermoso Ávila, recorrí tus calles y te fotografié para que otros pudieran admirar tu belleza. Se las enviaba a mis otros amigos y decía miren que bella es, eso no es una ilusión, ella es real.
A veces no me creían que tuvieras todos los paisajes que yo les mostraba, no entendían como teniendo playas tan hermosas también tuvieses un pico en el que de vez en cuando cae nieve, o unos médanos que no tienen nada que envidiarle al Sahara. Una selva tan hermosa y con tanta diversidad, que no es necesario ir a África para sentirse en un safari.
El Salto Ángel, un lugar perdido en el tiempo en donde pareciera que cualquier deseo pudiese hacerse realidad.
Puede que en un tiempo me toque alejarme otra vez de ti, y si, voy a llorar y todos los días desearé poder despertarme y estar contigo.
Pero, nunca olvides que.... Llevo tu luz y tu aroma en mi piel.
Te amo Venezuela.
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