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martes, 24 de febrero de 2015

Venezuela, ¿La nueva 1984 de George Orwell?

Por Natalia Torres de Ponte. 


Había una vez… Hace exactamente 66 años, en 1949, fue publicada la obra llamada 1984 realizada por George Orwell, escritor y periodista británico que basaba sus escritos en algunas experiencias personales y fue reconocido gracias a sus novelas críticas, novelas donde aparece por primera vez el concepto del “Gran hermano” también conocido como el dictador, el todo poderoso y omnipotente, algo así como un “Dios”.

Cuando leí la obra hace más o menos un año, no pude evitar sorprenderme con todo lo que pasaba allí, una completa utopía inversa más conocida como distopía, un lugar donde imperan las anomalías, donde existen sitios horribles e indeseables, donde el totalitarismo es el sistema político y descubres la existencia de un crimental, es decir, pensar distinto al régimen puede conducirte a sufrir graves consecuencias.

En 1984 pude apreciar otras características que me asombraron tanto cuanto las mencionadas en el párrafo anterior, como que el dictador vigila todo lo que hacen los individuos o mejor los súbditos, los libros están prohibidos porque tienen el poder de abrir las mentes, el Estado siempre tiene un enemigo, cambian el pasado según su conveniencia, hay una ilusión de crecimiento material y el que me pareció brutal fue que manipulan la realidad para que todo se vea “perfecto”, “lindo” y “maravilloso”.

Ahora, hagamos este ejercicio, ¿A ti te parece conocida esas características?, ¿Venezuela podría ser la protagonista de un nuevo 1984? No te gustará la respuesta, pero para mí sí estamos en ese horrible camino de la distopía. Aquí en Venezuela de la nada aparece una nueva provincia en el acta de independencia y se convierte en la octava estrella de la bandera, por ejemplo. Pensemos en los medios de comunicación, todos son del Estado y no hay una completa libertad de expresión, en televisión y en medios impresos no podemos decir que existe escasez de alimentos, tampoco que hay inseguridad, es decir, manipulan la realidad para que el pueblo piense que estamos en el país de las maravillas y no pasa NADA.

También es necesario reprimir a los que piensan distinto, como por ejemplo, en la última semana se llevó a cabo la detención del Alcalde Ledezma sin razón aparente para ello, lo mismo pasó con los estudiantes que fueron a protestar. El miedo y la represión ideológica son técnicas usadas siempre por el tirano, igual que fomentar el odio entre los individuos y definitivamente no podemos negar que aquí en Venezuela hay odio y resentimiento entre las clases sociales. Por eso hay que abrir bien los ojos, no podemos ignorar estos hechos y aceptar que esta situación debe seguir con un gobierno que autoriza el uso de armas letales en protestas y hace legal un mercado negro, falta solo que autoricen la existencia de buhoneros perjudicando a los verdaderos comerciantes.

Sí, tristemente aquí tenemos a un país que puede ser el nuevo protagonista de 1984 de Orwell que 66 años después aún sigue vigente. Mi único deseo es que a diferencia de la novela, nuestro amor por Venezuela jamás sea sustituido por el amor hacia el “Gran hermano”. 


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