La casita del techo rojo

La casita del techo rojo

De pequeña hogar era la típica casita de techos rojos, sostenida por dos columnas paralelas con una separación aproximada de 5 cm, con dos cuadrados que simulaban ser las ventanas y un rectángulo en forma vertical posicionado en el centro de ella el cual sería destinado para la puerta, tenía una peculiar chimenea donde se asomaba un humo tímidamente pintado de gris. A su lado no podían faltar cuatro personitas  de palo las cuales simulaban ser mi madre, mi padre, mi hermana y yo. Este inocente dibujo era lo que  para mi a los seis años de edad  tenía como lugar el significado de hogar. Era un sitio prive donde sólo entraba el núcleo familiar más cercano, es decir, mis abuelos no eran parte de este hogar ellos tenían otro. A medida que fui creciendo el concepto fue tomando forma un poco más y comprendí que mis abuelos si formaban parte de el aunque no viviéramos bajo el mismo techo.

Hoy en día mi concepto ha  evolucionado notablemente, no es solamente aquella casa de techos rojos formada por seis integrantes, sino que va mucho mas allá de ello, ahora hogar es un pequeño segmento del mapamundi situado en la parte septentrional de América del Sur, donde las guacamayas vuelan libremente por el hermoso cielo azul celeste, donde los árboles nunca se desnudan y las flores no paran de crecer, donde los Roques me regala arena que acaricia la piel y el Roraima imponente que me deja sin palabras, en donde lo insólito reina dentro de cada uno de sus habitantes los cuales tienen el asombroso poder  convertir una tragedia en motivo de burla en cuestión de segundos. Esto en pocas palabras es a lo que llamo hogar, esto es  Venezuela.

Venezuela me lo ha dado todo, una familia maravillosa, una educación casi impecable, me ha regalado grandiosas amistades que durarán para toda la vida, en mi memoria guardo incontables recuerdos gracias a ella. Quisiera con todas mis fuerzas seguir creando memorias en este sitio tan especial por ello la esperanza es lo último que pierdo. 

..."Home is where the heart is"...

Por: Verónica Izaguirre