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El gobierno venezolano y sus ideales socialistas se hacen presentes cada vez más en nuestra sociedad. La palabra “legado”, que abarca mucho más que seguir los ideales de nuestro libertador, ha interferido en centenares de decisiones en nuestro país, y nuestra educación es una de las que más se ve afectada. Desde la incrementación de un Estado socialista, el gobierno se ha encargado de apostarle a un tipo de educación un tanto utópica: el hecho de tratar de establecer los pensamientos revolucionarios de Simón Rodríguez, Ezequiel Zamora y Simón Bolívar en la educación venezolana ayuda a que crezca el retraso intelectual; y ¿por qué?
El pensamiento de Rodríguez invita a impulsar una educación popular libre de prejuicios y centrada en las necesidades del pueblo; la de Bolívar, se basa en eliminar las divisiones de clases, elevando así a todos los habitantes al rango de ciudadanos; y por último, la de Zamora, que busca igualar la mayoría de las necesidades sociales.
Pero detrás de cada “fabuloso” pensamiento, se esconde, hoy en día, un segundo pensamiento que trata de controlar y manipular.
Es utópico creer en la implementación de una doctrina de educación basada en los ideales anteriormente nombrados como “la luz del camino”; pues adaptar a las personas, por medio de la educación, a una mentira y hacerles creer que son dueñas de sus esfuerzos y de sus éxitos, mientras, en realidad, están siendo controlados indirectamente, y que además buscan dividir a la población para crear rivalidad entre ellos, es injustificable.
Este modelo de adoctrinamiento que pretende dividir a la población hasta el punto de generar el odio entre ellos, ha sido el motor de todos los males de este país; pues no se puede menospreciar a unos, para lograr la “igualdad” entre otros.
Este modelo de adoctrinamiento que pretende dividir a la población hasta el punto de generar el odio entre ellos, ha sido el motor de todos los males de este país; pues no se puede menospreciar a unos, para lograr la “igualdad” entre otros.
Es muy noble la forma en como pensaba Zamora, por ejemplo, en cuanto a la igualdad de propiedad, y como el Gobierno trataba de imitarlo, pero es necesario entender que es una fantasía construir un estado equitativo y simétrico.
El sometimiento a un ideal inalcanzable y la represión que trae consigo su búsqueda, va en contra de la libertad que tiene cada ser humano de forjar su propio destino, sin pedirle permiso a quienes circunstancialmente estén administrando el poder político.
El sometimiento a un ideal inalcanzable y la represión que trae consigo su búsqueda, va en contra de la libertad que tiene cada ser humano de forjar su propio destino, sin pedirle permiso a quienes circunstancialmente estén administrando el poder político.
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