Igualdad
Por: Jorge Fernández Lander
Comúnmente escuchamos en los discursos políticos hablar sobre la igualdad, indicando que es un principio constitucional, es decir que todos tenemos los mismos deberes y derechos como sociedad y como nación, según lo establecido en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela:
¿Pero realmente existe igualdad? No basta con estar escrito en una ley si la misma no es aplicada, si bien es cierto que hace 100 o 200 años hablar de igualdad de géneros era un absurdo hoy no debería serlo. Recordemos que en Venezuela la mujer tuvo derecho al voto en 1946, durante el gobierno de Rómulo Betancourt, hace apenas 68 años, es decir nuestros bisabuelos o quizás nuestros abuelos vivieron la época en que no todos tenían derecho al sufragio, por lo visto es más cerca de lo que parece esa fecha.
Para que ciertamente sea igualdad, tienen que haber oportunidades reales, tanto en términos educacionales como sociales. Hemos escuchado reiteradamente a los dirigentes del gobierno referirse a la igualdad social ¿Qué es eso? No hay un significado concreto sobre esta frase, lo que si es cierto es que no podemos hablar de igualdad social mientras familias lloran la muerte de un hijo y el gobierno gasta más de 40 millones de Bolívares fuertes anuales en la seguridad del presidente Maduro y su familia.
Tampoco se puede hablar de igualdad social en Venezuela cuando solo se permite a un grupo de la sociedad realizar manifestaciones en el centro de Caracas, ¿Los que protestas contra el gobierno no tienen los mismos derechos que los manifestantes que apoyan el régimen?
Por último, en el siglo XXI ¿Cómo podemos hablar de igualdad si en la Asamblea Nacional no han realizado la discusión sobre el matrimonio igualitario? Por los momentos en Venezuela las personas homosexuales no tienen el mismo derecho que los heterosexuales para elegir libremente con quien casarse.
Comúnmente escuchamos en los discursos políticos hablar sobre la igualdad, indicando que es un principio constitucional, es decir que todos tenemos los mismos deberes y derechos como sociedad y como nación, según lo establecido en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela:
Artículo 21 Todas las personas son iguales ante la ley; en consecuencia: 1. No se permitirán discriminaciones fundadas en la raza, el sexo, el credo, la condición social o aquellas que, en general, tengan por objeto o por resultado anular o menoscabar el reconocimiento, goce o ejercicio en condiciones de igualdad, de los derechos y libertades de toda persona. 2. La ley garantizará las condiciones jurídicas y administrativas para que la igualdad ante la ley sea real y efectiva; adoptará medidas positivas a favor de personas o grupos que puedan ser discriminados, marginados o vulnerables; protegerá especialmente a aquellas personas que por alguna de las condiciones antes especificadas, se encuentren en circunstancia de debilidad manifiesta y sancionará los abusos o maltratos que contra ellas se cometan. 3. Sólo se dará el trato oficial de ciudadano o ciudadana, salvo las fórmulas diplomáticas. 4. No se reconocen títulos nobiliarios ni distinciones hereditarias.
¿Pero realmente existe igualdad? No basta con estar escrito en una ley si la misma no es aplicada, si bien es cierto que hace 100 o 200 años hablar de igualdad de géneros era un absurdo hoy no debería serlo. Recordemos que en Venezuela la mujer tuvo derecho al voto en 1946, durante el gobierno de Rómulo Betancourt, hace apenas 68 años, es decir nuestros bisabuelos o quizás nuestros abuelos vivieron la época en que no todos tenían derecho al sufragio, por lo visto es más cerca de lo que parece esa fecha.
Para que ciertamente sea igualdad, tienen que haber oportunidades reales, tanto en términos educacionales como sociales. Hemos escuchado reiteradamente a los dirigentes del gobierno referirse a la igualdad social ¿Qué es eso? No hay un significado concreto sobre esta frase, lo que si es cierto es que no podemos hablar de igualdad social mientras familias lloran la muerte de un hijo y el gobierno gasta más de 40 millones de Bolívares fuertes anuales en la seguridad del presidente Maduro y su familia.
Tampoco se puede hablar de igualdad social en Venezuela cuando solo se permite a un grupo de la sociedad realizar manifestaciones en el centro de Caracas, ¿Los que protestas contra el gobierno no tienen los mismos derechos que los manifestantes que apoyan el régimen?
Por último, en el siglo XXI ¿Cómo podemos hablar de igualdad si en la Asamblea Nacional no han realizado la discusión sobre el matrimonio igualitario? Por los momentos en Venezuela las personas homosexuales no tienen el mismo derecho que los heterosexuales para elegir libremente con quien casarse.
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