En estos tiempos de cambios, en los que un modelo de sociedad y de relaciones basado en el culto del interés individual se derrumba, se necesitan nuevos modos de relación e integración social, por lo que la filantropía toma un papel muy importante en la sociedad. Una filantropía que conecte con nuestro papel como ciudadanos activos, conscientes, comprometidos y responsables.
El filántropo debería tener dos roles para reflexionar: como ciudadano partícipe de una sociedad que genera exclusión e inequidad y como actor que interviene para contribuir a la transformación de esa situación, desde una posición de responsabilidad individual. Defender y promover el bien común por encima de los intereses individuales implica la defensa del bien público y de políticas públicas que procuren la protección de todos los ciudadanos, en especial de los más necesitados.
El querer e intentar lograr un cambio social lo es todo, no sólo en términos de pobreza y exclusión, sino también, por ejemplo, cuando se habla de la identidad nacional de cada uno de nosotros, todos debemos saber de dónde provenimos, así como el cómo y el por qué, por lo que se necesita un empujón de aquellas personas que sientan que comprenden esto y que quieran ir más alla de un cambio meramente visible al ojo de los demás-
Esto no es un lujo al alcance de unos pocos, ni algo conectado a la actividad económica empresarial o financiera. Constituye una opción personal, una alternativa ética, responsable y basada en valores, una posición vital. Una apuesta por el futuro del ser humano y de nuestro planeta.
Una filantropía que implique una actitud activa, una participación y una implicación en las acciones de transformación y de cambio social, que tenga como objetivo modificar las causas últimas de la pobreza y la exclusión.
Foto: http://www.fotolog.com/nelson_tazz/
Foto: http://www.fotolog.com/nelson_tazz/
No hay comentarios:
Publicar un comentario